jueves, 28 de enero de 2016

Pensado muy a fondo me doy cuenta que soy un hombre egoísta,  solamente escribo para mi, me aprovecho de las circunstancias o de una efímera sensación, agarro ideas y palabras de su cuello, o de sus manos o de sus ojos, o de las palabras que me dicen y las cosas que imagino. En realidad siempre ha sido todo por mi, el leer, el hablar, declamar poesía y hacer cuentos cortos, escchar la música complicada y  seguir  sueños incoherentes. Siempre yo, y aveces tu o ella, o aquel, o aquellos, o ustedes, pero siempre todo termina en mi, termina en yo. Pocas veces puedo ser sincero y hoy me llego una corriente pasajera de buena voluntad y aprovechando que nunca comprendes lo que digo, lo diré de manera que siga siendo así, ¿que puedes ver si no tienes manos?, las sensaciones corresponden a las de un chiquillo besando por primera vez , pero hoy no se trata de nosotros, ni de ti, ni de ella , si no completamente de mi. Y te dire un pequeño secreto : en realidad me alegra que las cosas sean así, seguiré disfrutando cuando  mis palabras  reboten en tus oídos mientras prendo un cigarrillo al anochecer.

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