lunes, 22 de agosto de 2016

 "Sentí en la garganta el nudo gordiano de todos los amores que pudieron haber sido y no fueron".


Gabriel García Márquez- Memoria de mis putas tristes

viernes, 19 de agosto de 2016

Te quiero sin mirar atrás - Mario Benedetti

Te quiero sin mirar atrás
Mario Benedetti


Te quiero mansamente, entre las sombras de las falsas ilusiones…
Te quiero como para leerte cada noche, como mi libro favorito quiero leerte, linea tras linea, letra por letra, espacio por espacio…
Te quiero para tomarte de la mano bajo el firmamento y mostrarte los te Amo escondidos entre las estrellas…
Te quiero sobre las hojas de otoño, hablando de nada pero a la vez de todo y en un arranque de locura beber tus lagrimas mientras desfallezco en tus labios…
Te quiero para buscarte entre las frases no dichas, entre los pensamientos enterrados, entre las maneras complicadas quiero encontrarte y después no dejarte…
Te quiero como para llevarte a mis lugares favoritos y contarte que es ahí donde me siento a buscarte en la niebla de miradas que no son tuyas pero aun así te busco…
Te quiero para volvernos locos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa por las calles, eso si, tomados de la mano, mejor dicho… del Corazón.
Te quiero como para sanarte, y sanarme, y sanemos juntos, para remplazar la heridas por sonrisas y las lagrimas por miradas en donde podremos decir mas que en las palabras…
Te quiero por las noches en las que faltas, te quiero como para escuchar tu risa toda la noche y dormir en tu pecho, sin sombras ni fantasmas, te quiero como para no soltarte jamás…
Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el Alma y sin mirar atrás…


  Te quiero - Jaime Sabines


Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes.
Te quiero como para salir a caminar, hablar, mientras pateamos piedritas .
Te quiero como para volvernos chinos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa las calles.
 Te quiero como para ir contigo a los lugares que mas frecuento, y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti.
Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche.
 Te quiero como para no dejarte ir jamas.
 Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás.





¿Quién le copio a quien? Que alguien me explique la historia sobre esto.













sábado, 13 de agosto de 2016

Medianoche en París, charla de Ernest Hemingway y Gil Pender (Ficción)

-¿Ha hecho el amor con una gran mujer?
-Sí, mi novia es bastante sexy
-Y cuando le hace el amor ¿Siente una pasión maravillosa y verdadera y al menos entonces, pierde el miedo a la muerte?
-No, no suele ocurrirme
-Creo que el amor real y verdadero crea una tregua con la muerte, la cobardía no viene de no amar o de no amar bien, que es lo mismo, y cuando el hombre valiente y veraz mira cara a cara a la muerte como los cazadores de rinoceronte que conozco, o Belmonte, los valientes como aman con suficiente pasión apartan a la muerte de su mente hasta que vuelve como con todos los hombres y es hora de volver a hacer el amor de verdad….piense en ello.

jueves, 11 de agosto de 2016

París era una fiesta, Capítulo 1 Página 4-7 - Ernest Hemingway

I
UN BUEN CAFÉ EN LA PLACE SAINT-MICHEL



Para colmo, el mal tiempo. Se nos echaba encima en un solo día, al acabarse el otoño. Teníamos que cerrar las ventanas de noche por la lluvia, y el viento frío arrancaba las hojas a los árboles de la place Contrescarpe. Las hojas se pudrían de lluvia por el suelo, y el viento arrojaba lluvias al gran autobús verde en la parada de término, y el Café des Amateurs se llenaba y el calor y el humo de dentro empañaban los cristales. Era un café tristón y mala sombra, y allí se agolpaban los borrachos del barrio y yo me guardaba de entrar porque olía a cuerpo sucio y la borrachera olía a acre. Los hombres y mujeres que frecuentaban el Amateurs andaban bebidos casi siempre, o sea siempre que el dinero les alcanzaba; generalmente pedían vino, litros o medios litros. Había anuncios de aperitivos con nombres raros, pero casi nadie era bastante rico, o en todo caso echaban un cimiento de aperitivo para luego edificar su trompa de vino. A las borrachas las llamaban poivrottes, que quiere decir alcohólico, pero en mujer.
El Café des Amateurs era la sentina de la rué Mouffetard, aquel encanto de callejuela con tiendas y puestos de mercado que iba a la place Contrescarpe. En las viejas casas de vecindad, los retretes en cuclillas, uno en cada piso dando a la escalera, con las dos eminencias en forma de zapato a cada lado del agujero, de cemento y con una cuadrícula para que el locataire no resbalara, se vaciaban en sentinas a las que vaciaban de noche con una bomba y volcaban en la cuba de un carro de caballos. En verano, con todas las ventanas abiertas, oíamos la bomba y el olor era fuerte. Los carros con las cubas iban pintados en marrón y azafran, y rué Cardinal- Lemoine arriba, a la luz de la luna, los cilindros con ruedas tras sus caballos parecían cuadros de Braque. Pero nadie vaciaba el Café des Amateurs, y el amarillo aviso en la pared que daba los horarios y las penas de ordenanza para la embriaguez pública se veía cagado de moscas y desdeñado en la medida misma en que los clientes eran permanentes y malolientes.
Toda la tristeza de la ciudad se nos echó encima de pronto con las primeras lluvias frías de invierno, y al pasear no se les veía remate a los caserones blancos, sólo el negro húmedo de la calle y las puertas cerradas de los tenduchos, los herbolarios,


las tiendas de papelería y periódicos, la comadrona (de segunda clase), y el hotel donde Verlaine murió y yo tenía alquilado un cuarto en el último piso y allí trabajaba. Calculé que eran seis u ocho tramos hasta el último piso y que hacía mucho frío, y me sabía cuánto valían unas cuantas ramitas de pino, más tres haces de teas atadas con alambre y largas como medio lápiz, y cuando el fuego de las ramitas prende en las teas hay que tener uno de aquellos haces de leña medio húmeda, y con menos no se enciende a la chimenea como para calentar el cuarto. De modo que pasé a la otra acera y miré al tejado aguantando lluvia, para ver si había chimeneas con humo y qué tal salía el humo. Pero no se veía ningún humo y pensé que la chimenea estaría fría y el tiro iba a ser un problema, y a lo mejor el cuarto se me llenaba de humo y desperdiciaba la leña y el dinero se me iba en nada, y eché a andar bajo la lluvia. Pasé ante el Lycée Henri-Quatre y aquella iglesia antigua de Saint-Etienne-du- Mont y por la place du Panthéon que el viento barría, y doblé a la derecha para guarecerme y al fin alcancé el lado de sotavento del boulevard Saint-Michel, y aguanté caminando más allá del Cluny en la esquina del boulevard Saint-Germain, hasta que llegué a un buen café que ya conocía, en la Place Saint-Michel.
Era un café simpático, caliente y limpio y amable, y colgué mi vieja gabardina a secar en la percha y puse el fatigado sombrero en la rejilla de encima de la banqueta, y pedí un café con leche. El camarero me lo trajo, me saqué del bolsillo de la chaqueta una libreta y un lápiz y me puse a escribir. Estaba escribiendo un cuento que pasaba allá en Michigan, y como el día era crudo y frío y resoplante, un día así hizo en mi cuento. Por entonces, ya los fines de otoño se me habían echado encima de niño y de muchacho y de joven, y, puestos a describirlos, en unos lugares salía mejor que en otros. A eso se le llama trasplantarse, pensé, y a lo mejor les conviene tanto a las personas como a otras especies cuando crecen. Pero en mi cuento los amigos bebían unas copas y me entró sed y pedí un ron Saint James. Sabía a maravilla con aquel frío y seguí escribiendo, sintiéndome muy bien y sintiendo que el buen ron de la Martinica me corría, cálido, por el cuerpo y por el espíritu.
Una chica entró en el café y se sentó sola a una mesa junto a la ventana. Era muy linda, de cara fresca como una moneda recién acuñada si vamos a suponer que se acuñan monedas en carne suave de cutis fresco de lluvia, y el pelo era negro como ala de cuervo y le daba en la mejilla un limpio corte en diagonal.
La miré y me turbó y me puso muy caliente. Ojalá pudiera meterla en mi cuento, o meterla en alguna parte, pero se había situado como para vigilar la calle y la puerta, o sea que esperaba a alguien. De modo que seguí escribiendo.


El cuento se estaba escribiendo solo y trabajo me daba seguirle el paso. Pedí otro ron Saint James y sólo por la muchacha levantaba los ojos, o aprovechaba para mirarla cada vez que afilaba el lápiz con un sacapuntas y las virutas caían rizándose en el platillo de mi copa.
Te he visto, monada, y ya eres mía, por más que esperes a quien quieras y aunque nunca vuelva a verte, pensé. Eres mía y todo París es mío y yo soy de este cuaderno y de este lápiz.
Luego otra vez a escribir, y me metí tan adentro en el cuento que allí me perdí. Ya lo escribía yo y no se escribía solo, y no levanté los ojos ni supe la hora ni guardé noción del lugar ni pedí otro ron Saint James. Estaba harto de ron Saint James sin darme cuenta de que estaba harto. Al fin el cuento quedó listo y yo cansado. Leí el último párrafo y luego levanté los ojos y busqué a la chica y se había marchado. Por lo menos que esté con un hombre que valga la pena, pensé. Pero me dio tristeza.
Cerré la libreta con el cuento dentro y me la metí en el bolsillo de la cartera, y pedí al camarero una docena de portuguesas y media jarra del blanco seco que allí servían. Al terminar un cuento me sentía siempre vaciado y a la vez triste y contento, como si hubiera hecho el amor, y aquella vez estaba seguro de que era un buen cuento, aunque para saber hasta dónde era bueno había que esperar a releerlo al día siguiente.
Comiendo las ostras con su fuerte sabor a mar y su deje metálico que el vino blanco fresco limpiaba, dejando sólo el sabor a mar y la pulpa sabrosa, y bebiendo el frío líquido de cada concha y perdiéndolo en el neto sabor del vino, dejé atrás la sensación de vacío y empecé a ser feliz y a hacer planes.
Ya que el mal tiempo había llegado, nos convenía cambiar un poco París por un lugar donde aquella lluvia fuera nieve cayendo entre pinos y cubriendo la carretera y las laderas empinadas, a una altura bastante para que la nieve nos crujiera al andar de vuelta a casa por la noche. Al pie de Les Avants había un chalet con una pensión estupenda, donde estaríamos juntos y con los libros y calientes en la cama juntos por la noche con las ventanas abiertas y las estrellas brillando. Era el lugar que nos convenía. Viajar en tercera no es caro. La pensión cuesta poco más de lo que gastamos en París.
Dejando el cuarto de hotel donde escribía quedaba sólo el alquiler de 74 rué Cardinal-Lemoine que era nominal. Tenía trabajo hecho para periódicos de Toronto que todavía no había cobrado. Cosas para periódicos las podía escribir en cualquier lugar y de cualquier humor, y el dinero del viaje lo teníamos.


Tal vez, lejos de París, podría escribir sobre París tal como en París era capaz de escribir sobre Michigan. Pero no me daba cuenta de que eso era prematuro, porque todavía no conocía París bastante bien. Aunque llegó un día en que fue verdad. En todo caso, la cosa entonces era marcharnos si mi mujer quería, y terminé las ostras y el vino y pagué la cuenta, y tomé el camino más corto para subir a la Montagne Sainte-Geneviève atravesando la lluvia, que por entonces, era ya un fenómeno climático local mientras que antes nos transformaba la vida, y llegué al piso en la cumbre de la loma.
—Me parece muy buen idea, Tatie —dijo mi mujer. Tenía una cara de modelado suave y los ojos y la sonrisa se le iluminaban ante cada decisión ofrecida, como si fuera un regalo de valor—. ¿Cuándo nos marchamos?
—Cuando quieras.
—Yo quiero en seguida. ¿No lo sabes ya?
—A lo mejor se pone estupendo y claro cuando volvamos. Muchas veces es una maravilla cuando se pone claro y frío.
—Sí que se pondrá de maravilla —dijo ella—. Me hace mucha ilusión. Has tenido una buena idea.

lunes, 1 de agosto de 2016

No estas deprimido, estas distraido...





Distraído de la vida que te puebla, tienes corazón, cerebro, alma y espíritu...  entonces cómo puedes sentirte pobre y desdichado.

Distraído de la vida que te rodea, delfines, bosques, mares, montañas, ríos.

No caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay cinco mil seiscientos millones, además no es tan malo vivir solo; yo la paso bien decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y gracias a la soledad, me conozco, algo fundamental para vivir.

No caigas en lo que cayó tu padre que se siente viejo porque tiene setenta años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los ochenta y Rubinstein interpretaba como nadie a  Chopin  a los noventa por sólo citar dos casos conocidos.

No estás Deprimido, estás Distraído...

Por eso crees que perdiste algo lo que es imposible porque todo te fue dado, no hiciste ni un solo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada además la vida no te quita cosas, te libera de cosas, te aliviana para que vueles más alto para que alcances la plenitud.


De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas, problemas son lecciones y la vida es dinámica por eso está en constante movimiento, por eso sólo debes estar atento al presente, por eso mi madre decía “ yo me encargo del presente, el futuro es asunto de Dios ”  por eso Jesús decía  “ El mañana no interesa, él traerá nueva experiencia, a cada día le basta con su propio afán ”.

No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos, además lo mejor de él, El Amor, sigue en tu corazón.

Quién podría decir que Jesús está muerto, no hay muerte, hay mudanza y del otro lado te espera gente maravillosa, Gandhi, Miguel Ángelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre que creía que en la pobreza está más cerca el amor porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja porque nos hace desconfiados.

No encuentras la felicidad, y es tan fácil, sólo debes escuchar a tu corazón antes que intervenga tu cabeza que está condicionada por la memoria, que complica todo con cosas viejas, con órdenes del pasado, con prejuicios que enferman, que encadenan:  la cabeza que divide, es decir empobrece, la cabeza que no acepta que la vida es como es, no como debería ser.
Haz sólo lo que amas y serás feliz.


El que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar porque lo que debe ser será y llegará naturalmente.

No hagas nada por obligación ni por compromiso sino por amor, entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija, la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3 o 4 meses de vida.

Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú, a ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás: recuerda a Jesús, amarás al prójimo como a ti mismo.

Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición, no algo que te llegará de afuera; además la felicidad no es un derecho, sino deber porque si no eres feliz estás amargando a todo el barrio.

Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir mandó matar seis millones de hermanos judíos.

Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que sufrir es una perdida de tiempo.

Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la perugia, la baguette Francesa, los tacos Mexicanos, el vino Chileno  los mares y los ríos, el fútbol de los Brasileros y los cigarros de Chez Davidoff.

Tenemos para gozar las mil y una noches, la divina comedia, el quijote, el Pedro Páramo los boleros de Manzanero y la poesía de Whitman, Mahler, Brahms, Ravel, Debussy, Mozart, Chopin, Beethoven, Caravallo, Rembrandt, Velázquez, Cézanne, Picasso y Tamayo entre tantas maravillas.


Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas.

Si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto;  tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas.

Y si le ganas serás más humilde, más agradecido, y por lo tanto fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente como debe ser.

No estás Deprimido, estás Distraído...

Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo, ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas;  además el servicio es una felicidad segura como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.

Da sin medidas y te darán sin medidas, ama hasta convertirte en lo amado, más aún, hasta convertirte en el mismísimo amor.

Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan a la vida.
El bien se alimenta de sí mismo, el mal se destruye a sí mismo.

Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio.

No estás Deprimido, estás Distraído...

Si escucharas al otro, al que llevas dentro sabrías todo, en todo encontrarías algo para ti entonces te elevarías constantemente y ya no habría confusión sino matices, y en esa serenidad no buscarías nada entonces encontrarías todo y estando en el presente dirías y harías lo que hay que decir y hacer a cada momento natural y graciosamente sin esfuerzo, lo que haría que tu relación con los demás fuera plena.

Y al crecer en el amor serías más creativo, sin límites ni condiciones.

La ignorancia nos hace sentir encerrados y mortales,  es decir que nos encerramos y nos limitamos solos.

El miedo nos distrae del amor que es sabio y valiente porque sabe que no hay ni medidas ni fin, busca adentro y desaparecerán las nubes de la periferia;  quédate quieto y en silencio para escuchar al sabio que llevas dentro.
El que tiene siglos, no años como tu cuerpo por eso está más allá de tus caprichosas medidas, de los prejuicios que provoca el miedo, hijo de tu ignorancia.

El sabio que está más allá de los efectos que crees buenos o malos, ricos o pobres, oscuridad o luz, porque está en lo esencial es decir en la mismísima causa, en lo invisible de donde surge todo.

Y cuando escuches al sabio que llevas dentro sentirás a la lluvia buena y saludable al frío estarás tan atento a la causa que todos los efectos serán luminosos, ese estado de claridad agiornará todos los rincones, por eso lo  compartirás todo y a todo llegará graciosamente entonces la riqueza se multiplicará a cada paso.

David le pidió sabiduría a Dios, que le dijo no pides poco porque la sabiduría incluye todo.

No vives entre límites sino en el mismísimo centro de lo milagroso libre del ilusorio orden de la mente lineal, excitado por la imaginación y armonizado por la esperanza.

Eres un espíritu que por un rato ocupa un cuerpo, un vehículo apto para este deambular por mares y montañas, entre delfines y elefantes, entre ciudades y desiertos que cada tanto lo cubren todo para recomenzar el cuento.

Y en el medio del mundo del espíritu juega la razón, que cura el cáncer, que facilita las comunicaciones, que estudia el terreno de Marte, que puso al hombre en la luna.

El pensamiento te lleva a nuevos lugares y te hace ver diferentes, más ricos a los viejos y esto te cambiará tanto que cambiará tu actitud frente al mundo al que alguna vez quisiste cambiar en lugar de entenderlo;  y cuando cambies tendrás incidencia en él.

Cierra los ojos y verás todo lo que será, liberado del tiempo histórico viajarás a la velocidad de la luz y ese viaje puede mejorar la vida de muchos porque es incalculable el poder del pensamiento, que es un grandioso alquimista que puede transformar cualquier circunstancia en una fiesta, es decir cualquier metal en oro.

Una vez encendida la luz interior, nada puede apagarla, es tan perfecta e incorruptible como el oro que simboliza el poder de la pureza, de lo esencial, es decir del espíritu que es un viaje infinito y maravilloso porque estalla a cada instante vivido con profundidad.

La santidad es la meta prevista para todos, aunque pocos se den cuenta o se animen a entrar en los caminos que llevan a ella.

Abandonado el ego, comienzan los milagros, entonces sin lucha recuperarás la fuerza natural;  por eso podrás provocar vida a través del amor, hasta caminarás sobre las aguas y curarás con la palabra.
Recuerda que Jesús dijo, cosas mas grandes verán, cosas más grandes harán.

No estás Deprimido, estás Distraído...
Por tu ego, que distorsiona, lo contrario de la inocencia que aclara.

El ego confunde a las cosas con su juicio, cree que las cosas son lo que él piensa que son, es más el ego cree que las palabras son las cosas;  el ego no vive, interpreta, es una constante actuación que nunca alcanza a la realidad.

En tanto la inocencia trata a todos por igual por eso está mas cerca de la felicidad, de la riqueza, de la tranquilidad;  la inocencia ve todo con asombro por eso nos lleva de fiesta en fiesta, la inocencia cree lo que es una bienaventuranza, la inocencia es excitante porque ve todo por primera vez para ella el mundo está lleno de novedades; para la inocencia todo es un espejo porque en la inocencia tomamos conciencia que somos parte de Dios, es decir el que se ve a si mismo en todas las cosas.

El inocente se divierte fácilmente porque todo le llama la atención, una vaca pastando, el tronco de un viejo árbol, las mariposas negras sobre los trigales dorados, el colibrí detenido en el aire, el panadero sacando el pan del horno, la noche estrellada, la lluvia del invierno, los leños ardiendo en el hogar, los papeles de Matisse,  las caravanas de las hormigas y las de los beduinos;  el sermón del domingo a la mañana y el fútbol del domingo a la tarde.

El ego le pone nombre a las cosas pero el inocente las ve, el ego las juzga, el inocente las vive; el ego divide, la inocencia armoniza  diferencias, el ego depende de la mente, el inocente del corazón.

El ego es viejo porque depende de la memoria, pero el inocente está naciendo a cada instante, el ego nos agota porque siempre lucha, el inocente flota graciosamente porque siempre se entrega

El ego se aburre porque no puede dejar de buscar, el inocente va de asombro en asombro porque siempre encuentra y puede quedarse por la eternidad gozando el mismo  caballo, la misma flor o la misma estrella porque el inocente está tan entregado a la vida porque cambia como ella, constantemente.

Por eso lo mismo nunca es lo mismo, por eso la inocencia es fresca para siempre.

Ahora que estás solo y tranquilo, olvida lo que eres porque eso es creación de los demás  y escucha tu corazón:

Que quieres ser?,  Que quieres hacer ahora, porque la vida es ahora mismo.

Olvida lo que crees que eres y comienza ahora mismo, entonces convivirás con todos fácilmente;  es tan grato vivir sin divisiones, bueno, malo, rico, pobre, negro, blanco, amigo, enemigo, compatriota, extranjero.

Es tanta la liviandad cuando no hay enemigos que podemos volar en cualquier momento porque la alegría tiene la simpatía de la magia.

No perdiste la inocencia, sólo la ocultas por miedo a la burla de los que solo pueden catalogar porque la perdieron.

Déjala salir y recomenzarán los juegos de tus primeros años pero enriquecidos por la inteligencia, libérate de los preconceptos de la memoria.

Y mira todo como por primera vez, entonces te salvarás del aburrimiento que ensombrece a los que creen saberlo todo y no confundas a la actividad con la vida;  ahí está el sol, exactamente ahí para que lo veas, ahí está el árbol hace muchos años para que te des cuenta que es una maravilla.

Libérate de la imagen que te ayudaron a forjar los demás y volverás a la inocencia que es nuestro estado natural.

Entonces estarás contento con las arrugas que confirma todo lo que viviste, es más, sólo en la inocencia sentirás que eres parte de todo lo que te rodea, es decir que solo en la inocencia puedes ver a Dios.

No Estás Deprimido, Estás Distraído

De la buena información, inevitable para una buena vida.

Salomón o Borges en lugar del periódico, Mahler o Bach en lugar del televisor, amistades inteligentes y positivas en lugar de perdedores por indolencia e ignorantes desdichados por su propia decisión;  de este modo recibirás la mejor energía, la esencial porque el crecimiento es natural de la vida; el movimiento constante es su causa y para estar listos para los cambios debemos estar libres y atentos, con las herramientas preparadas para ejecutar cuando las energías pasen por nosotros, de lo contrario se esfumarán como el humo que sale de las chimeneas.

Por eso es conveniente estar cerca de los que son buenos receptores, los despiertos, los curiosos como Bertrand Russeil, Shopenhauer, Bradbury, Ecco, Paz, Krishnamurti, Osho,  por hablar de los más cercanos.

El secreto de Einstein era seguir a las cabezas mas altas que la suya, el secreto de Campbell fue meterse en todos los secretos de la historia, solo la inteligencia puede detectar como se entrelazan las cosas importantes de la vida.

Solo la inteligencia puede conectarnos con el universo, hasta comprender que somos partes del por lo tanto tenemos su misma energía.

Nada se repite, por eso hay que vivir ahora y la vida entera está en cada acto como todo puede nacer de un solo átomo.

Y la inteligencia es la que ve antes de ver, la que sabe a donde va, lo que se está diciendo o haciendo;  las grandes consecuencias de la mínima actitud.

Y solo el que está presente puede comprenderlo todo, el que bebe directamente de la fuente de lo esencial, por eso sabe que todo puede suceder, por eso nada lo aflige, es más, al aprender de los errores los transforma en aciertos.

Nadie tiene derecho a la ignorancia, por eso lo pagará caro y lamentablemente ensombrecerá el camino de todos;  por lo tanto la ignorancia es una manera inconsciente del mal, como el ideólogo que al separar puede llegar a provocar una guerra.

El sabio sabe que la tarea es hacerse cargo de uno mismo y armonizar diferencias porque separar además de empobrecer es un suicidio, por esa razón hay muertes hasta en las canchas de fútbol.

El sabio no separa porque todo es parte del todo, solo está atento para ver las conexiones;  alguna vez canté que se mueve alguna estrella cuando arranco una flor, el sabio está en el río que une todo, en la energía que lo entreteje todo, el sabio sabe que es un sueño mas de Dios hecho realidad salvo que lo que llamamos realidad sea otra manera del sueño.

Donde el ignorante ve dos cosas, el sabio ve una y esa una es la verdad, el sabio se ve en lo que ve;  es iluminado e ilumina, es consciente que el también es luz, es decir el estado más elevado del ser.

Lo que llamamos muerte es el estado más sutil de la luz.

Si quieres vida, vive en paz, si quieres muerte, vive en guerra;  cuida cada palabra porque estamos estructurados en palabras, no hieras ni ofendas a nadie porque de uno en otro puede volver a ti transformada en una bomba.

San Agustín aconsejaba:  Solo pides justicia, pero sería mejor que no pidieras nada o dicho de otra manera no interrumpas con tu pequeña cabeza la grandiosa tarea del Señor, al que San Francisco pidió:  Haz de mí un instrumento de tu paz, que donde haya tristeza yo lleve alegría, que donde haya oscuridad yo lleve luz, que donde haya odio yo lleve amor...

La oración dilecta de mi madre dice:

Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado tus muchos santuarios olvidando que estás presente en todas partes.  En segundo lugar te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a ti que a mí, y por último te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones cuando mi corazón sabe que mis pecados me son perdonados antes que los cometa,  tanta es tu misericordia, amado Señor...

No té agotes compitiendo, Dios sabe lo que es para ti y el dato está en tu corazón, entonces haz lo que amas no hay otra manera de vivir.

El mismo amor que me trajo, te trajo por eso es un error decir que hacemos el amor, el amor nos hizo y nos modela día a día y esto depende de lo blando de lo abierto que estemos y por ser obra del amor el ser humano es maravilloso.

A él le debemos el pan, el queso, el vino, la música, la pintura, los aviones y las computadoras entre tantas cosas.

Y si el hombre es lo que ama, somos todo lo que fue, lo que nos hizo posible, desde Buda hasta Rembrand, desde Mozart a Picasso, desde Copérnico a Freud;  somos el viento que refresca y la lluvia que renueva, somos la nieve del invierno y las flores de la primavera, somos la luna, el sol, somos otro fruto de Dios.

Yo soy un recién nacido, pero por la experiencia que guardó mi memoria ya no quiero herir a nadie porque sé que la agresión trae enfermedad, es decir complica mas las cosas, somos parte de la misma cosa, por lo tanto si te hago mal, me hago mal, antes me movía la razón que es subjetiva, ahora el amor que es la razón del universo, pero no perdí el fuego, es más ahora tiene mayor calidad porque antes quemaba y ahora ilumina, es decir que pasé de destructor a constructor.

Al pobre le hablo de esperanza y al rico de conversión, la esperanza salvará al pobre y la conversión purificará al rico, la esperanza del lado del pobre y la conversión del lado del rico acercarán a nuestros hermanos, y yo vine a trabajar para ese encuentro y cuando todos se junten no habrá cerraduras en las puertas ni habrá fronteras, entonces todos compartirán todo por lo tanto reinará el buen humor Clinton y Castro jugarán tenis en Cancún y Husseim llevará sus hijos a Disneyworld.

No estás Deprimido, estás Distraído...

de la paz, por eso te pregunto cuando vas a dejar de pelear para comenzar a vivir, porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez.

Me preguntas cuando volverá Jesús, y te digo que nunca se fue, que siempre estuvo en tu corazón, solo tienes que callar a la cabeza y escucharlo; nadie se hace la gran pregunta, ¿qué soy?  Todos siguen cumpliendo un papel, generalmente decidido por los demás, como el éxito y el fracaso, todos son lo que se ve sus cuerpos o sus logros materiales y las cosas materiales son tan importantes que los amores que comienzan en los parques, terminan en los tribunales.

Todos ejercen la mendicidad de alguna manera, olvidando o no enterándose jamás que son príncipes, parte de un universo extraordinario al que olvidan por pequeñeces locales, parroquiales, a veces solo familiares.

Reconozco muchas caras y conozco algunos nombres, pero pocos individuos que sepan quienes son.

Me preguntas dónde puedes encontrarme y te digo en cualquier parte porque soy parte del universo.

El nombre y el oficio son distracciones, cárceles, limitaciones;  un camino que nos marcan y que seguimos ciegamente tan ocupados que jamás nos detenemos a pensar quienes somos, y el espíritu que es lo que somos, no acepta condiciones.

Por eso no hay que confundir lo material con la realidad, por lo tanto no hay fronteras, aunque la mayoría las necesite por miedo al infinito;  por eso inventó instituciones como el matrimonio, el nacionalismo, los ideales, la patria, estacas a las que se ata para no tener que vivir la totalidad.

La casa de uno es uno, por eso yo estoy bien en todas partes, y a mi casa entran y de mi casa salen pensamientos y sucesos constantemente.

Y si mi casa soy yo que soy parte de todo, mi casa es este mar y esa playa, esos delfines y este hotel, esta silla y aquel velero que deja una estela blanca sobre el turquesa que inventa la luz, que también es mi casa como las sombras de los laberintos que pueblan las mentes de los locos, que también son mi casa.

Como la música de Mahler, la pintura de Cézanne, los cigarros de Chez Davidoff y el rock and roll.

No puedes mover a tu cuerpo porque está demasiado cargado de pasado, olvida hasta tu nombre y comienza de nuevo en este momento e inmediatamente sentirás que vives en un mundo maravilloso.

Cuando sientes que no eres lo que piensas, puedes volar, el principio y el final, es decir la vida y la muerte son invenciones de la mente como sufres cuando se va tu hijo porque te acostumbraste a pensar que eras solo padre.

Deja el pasado de lado y sentirás toda la vida, solo las moléculas se disuelven;  la conciencia no muere con la materia, la luz de la conciencia seguirá iluminando los infinitos caminos de la vida.

No somos tan malos como creemos, por eso la paz es posible y la paz es el punto más alto que podemos alcanzar, parece que Dios nos ama más que nosotros mismos porque sigue dándonos oportunidades todos los días.

Francisco tenía razón, el sol y la luna son hermanos, los animales y las plantas son nuestros hermanos porque todos somos criaturas del señor;  entonces nuestras obras son nuestras hermanas y hermanas del sol, la luna, los animales y las plantas.

Y si digo nuestras obras digo la pintura, la música, la literatura, los automóviles, los aviones, los teléfonos, las computadoras.

No busques afuera, lo que no tienes adentro.

No puedes pedir amor, si no lo diste.

No puedes pedir justicia, si no fuiste justo.

No puedes buscar paz afuera, si no la tienes dentro.

Pero no hay apuro, tienes a la eternidad delante, además el trayecto suele ser más emocionante que la llegada, si es que se puede llegar a alguna parte;  entonces lo sensato es recomenzar a cada instante.

Sin impaciencia, desaparecerá la violencia, la vida le gana a la muerte, por eso nace mas gente de la que muere y nacen mas en los países pobres que en los países ricos, ocupados en fabricar armas para matar a la mayor cantidad de gente posible, tarea grosera e inútil porque la vida vence a la muerte.

Que al fin y al cabo es una manera de recrear, por eso el arte que es una fiesta sigue inventándole fábulas a la vida para llenar de esperanza a la gente y esto en un lenguaje que nos llega a todos, la belleza.

La paz, hace nacer pueblos y enriquece a todos, pueblos que se comunican entre sí gracias al arte que no tiene fronteras; pueblos que no dejan de elevarse como Manhathan, pueblos que flotan graciosamente como Amsterdam, pueblos de rincones luminosos como París al que Cortázar pudo ver desde Buenos Aires y Henry Miller desde New York.

Pueblos como Sevilla, apoyados en el canto, pueblos como Copenhague de plazas congeladas para que vuelvas a los hogares donde los leños ardiendo son la mejor compañía de Ravel, pueblos como Zurich de cajas fuertes rodeadas de lagos y cisnes, fue una tragedia para Salvador Dalí la muerte del suyo.

En la paz, todo es creación, es un vivir en arte, la paz me sonríe, me envuelve con su aire fresco;  la paz me hace gozar como nadie al sol de todos.

Por la paz, mi canto se eleva muy alto y agiorna los rincones más bajos, la paz es el poema que mejor me modela, en la paz mis hermanos trabajan la tierra y mis hermanas tienen hijos;  en la paz se siente cómoda la libertad y es fácil la justicia.

La paz es una flor donde están todas las primaveras, en la paz nos miramos a los ojos y compartimos todos nuestros sueños por audaces que sean.

En la paz, uno es uno mismo, sin esfuerzos, en la paz todo me da derecho a sentirme hijo de Dios.

No seas desagradecido, piensa cuantas cosas tuvieron que conectarse desde lo más recóndito del universo para que fueras este que eres, para que pudiera ser la ciudad donde vives.

Piensa cuantos millones de años tuvieron que pasar para que tuviéramos conciencia de la maravillosa inmensidad que nos rodea, de la que somos parte.

Yo soy nosotros, dice Marcos Constante que tiene una visión traspersonal, es decir que ya está en la nueva era.

Abre los ojos de tu corazón y lo verás a Dios que es lo que nos habita cuando estamos conscientes, entonces sentirás que el espíritu se recreó hasta llegar al hombre que llega a tener conciencia de Dios;  el hombre en el que se repite toda la evolución.

Somos el final de una cadena extraordinaria que tiene quince mil millones de años, tal vez seamos el objetivo de la creación, entonces nuestra religión es universal.

Arriesga, la vida es cambio permanente, por eso siempre te da revancha, recuerda que el que no está dispuesto a perderlo todo, no está preparado para ganar nada.

Ahora que estás solo y tranquilo, ahora que estás contigo mismo, único ser del que eres responsable te diré:  Deja que la curiosidad te lleve donde sucede la vida, no seas espectador de la televisión sino protagonista de la tierra;  recuerda que a los que se animaron les debemos todo.

Píntate un sí en la frente antes de salir a la calle para que se te acerquen los que quieren vivir, sin preocuparte por el tiempo porque en una eternidad se recomienza a cada instante.

Y no pierdas energía cuidándote, porque la vida es bello peligro, si mi madre se hubiera cuidado de mi padre, yo no estaría aquí.

Si nos juntamos, somos ricos;  tu tienes lo que yo no tengo y viceversa.

Y que sucedería si nos juntamos todos desde el cada uno que hay en el cada cual, la vida nos propone tantas cosas permanentemente que hay que hacer mas esfuerzo para seguir siendo pobre y desdichado que rico y feliz.

No olvides que eres un aristócrata, un príncipe porque eres hijo del rey del universo, solo tienes que darte cuenta;  recuerda que Jesús decía que al pan lo trae la verdad y a todo lo que necesitas.

Entonces no hay límites, tú decides a donde quieres llegar, y esto con la alegría que abre todas las puertas porque para Dios, siempre somos niños.

Entonces la vida es un juego maravilloso, un juego que incluye al todo y a todos, estás hecho a semejanza de Dios, entonces puedes recrear todo.

Cuando dices no puedo, estás diciendo no quiero.

Ya hay demasiados mártires, necesitamos héroes;  levántate y anda, yo te acompaño como te acompañarán todos los que se animarán a vivir mejor, los que terminan favoreciendo a toda la humanidad que es la grandiosa empresa a la que pertenecemos todos.

Camina tranquilo, que no te confundan los noticieros, el bien es mayoría, que no te distraigan de tu tarea que es alcanzar la plenitud.

Nada como vivir en uno mismo, solo así puedes sentirte en casa en cualquier parte, entonces nada es lejos ni ajeno.

Si cada uno fuera cada cual, la sociedad sería una orquesta enriquecida por todos los sonidos, por todas las voces, una grandiosa armonía de individuos; la sinfonía donde todos aportan su voz, una partitura escrita para cada uno de los instrumentos es decir una partitura respetada por todos.

Pero esa orquesta que deberíamos ser está fragmentada porque todos estamos contra todos, y esto nos ha agotado y desesperanzado por eso perdimos la imaginación que podría darnos alguna idea de convivencia.

Pero el miedo que es ignorancia nos separa más y más y este divorcio nos enferma y empobrece a todos porque la humanidad es un repertorio riquísimo, tan brillante como interminable.

Y todos tenemos que ver, porque todos venimos de un primer hombre, de una primera mujer.

Entonces, hay negros y chinos en mí, soy tan bueno como Jesús y tan peligroso como Hitler, soy tan Musulmán como ateo.

Muero con el que muere y nazco con el que nace, todos somos fecundados y auxiliados por todos pero desestimamos a todos porque nos desestimamos; en lugar de enriquecernos con el otro, le escapamos, nos combatimos en lugar de asociarnos.

Y matar al otro es suicida porque es una continuación nuestra, el odio que es miedo, nos ha traído a esta desesperanza que es donde se ahoga la imaginación y sin imaginación perdemos la bendita semejanza, es decir, dejamos de ser creadores.

La tarea es armonizar esta gigantesca variedad que es la humanidad porque esto enriquecería a todos.

Hasta dejamos de decir cosas bellas a las mujeres porque ahora puede ser considerado acoso sexual, pronto tendremos que salir a la calle con un abogado; parecería que vivir es una secuencia de pleitos.

La tarea es comprender que la vida son subidas y bajadas, constante movimiento, es decir cambios.

Entonces tenemos que sacar de nuestro lenguaje la palabra decadencia que es una etapa más.

Nada es para siempre.

Por eso debemos estar atentos, listos parar el cambio, preparados para toda circunstancia porque la vida es como es, no como debería ser.

Todo nos fue dado, por lo tanto nada nos pertenece.

Solo nos queda gozar lo creado y cuidarlo para el que vendrá, que es una continuación nuestra como nosotros somos continuadores de nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestros bisabuelos y así hasta Adán, el rojo Adán, como le gustaba decir a Borges; que cometió el peor de los pecados, no fue feliz.

Por eso se sentía perseguido por la sombra de haber sido un desdichado.

El primer dato de sabiduría es saber quien es el que sabe, el segundo estar en lo amado, que nos hace más brillantes porque estamos más atentos, por eso rendimos más.

El amor nos agiorna dé tal manera que enamoramos a todos.

Está permitido que te caigas, pero no que te quedes en el suelo.

En este momento la sociedad está detenida por una congestión del tránsito, que ya es desmesurado porque las ciudades ya son desmesuradas.

O tal vez dejamos de pensar para cambiar todas las ideas y comenzar de nuevo.

Ya no habrá grandes mitos que seguir, ideologías, ahora deberemos comunicarnos de hombre a hombre porque esta es la era del individuo, por eso la Internet, entonces aumentará la calidad, desaparecerá lo macro para que señoree lo micro.

Esto quiere decir que de aquí en más no habrá televisor, política o familia que pueda apagar ese fuego sagrado que es el alma donde vive para siempre la inteligencia alimentada por el universo desde hace tantos siglos.

Los que preguntan. Avanzan, los que no preguntan se quedan;  es decir mueren porque la vida es movimiento, todo se recrea a cada instante por eso hay que estar atento

Por una mujer te pierdes al resto, por una casa te pierdes el mundo; es decir por una esquina te pierdes mares y río, es decir delfines, ballenas, salmones, tiburones.

Por una familia, una ideología y una religión, te pierdes arquitectos, egiptólogos, poetas, filósofos, chamanes, antropólogos, profetas,  miles de maneras de ver al espíritu y las estrella.

Orquídeas de Colombia, Bacón, Giacometti, Nietzsche, el golfo de Akaba, Alejandría, Tokio, la Grecia de Homero que tanto amó Lorenz Darrell, Guanajuato donde me enamoré de Catherine Valetzka aunque no tuve oportunidad de decírselo.

Chichicastenalgo donde con una danza ordenaron a mi esqueleto, París donde Rilke veía despertar a la belleza cada mañana al lado de Roddanne, el Tratévere Romano donde Fellini dibujaba sus personajes, donde el Moisés de Michellángelo está harto de los turistas que lo asfixian en San Pietrenvincoli donde apenas cabe.

Londres, Berlín, Bruselas, Praga donde los escritores románticos tenían una idea tan alta de la felicidad que nunca la alcanzaban, por eso se sentían desdichados, tristeza que los excitaba, dolor que gozaban como los cantaores flamencos y los cantores de tango.

Madrid, donde Lupe siempre está al borde del pensamiento pero nunca cae, Miami que es el puente que comunica a los latinos con los sajones, el desierto de Sonora donde conocí a Eric Fromm que decía que Suzucki era un budista Zen porque lo había experimentado y esa autenticidad lo hacia difícil de leer porque el Zen no da respuestas racionalmente satisfactorias pero si los libros de los intelectuales occidentales que lo explican mas fácilmente aunque no lo hayan experimentado.

No idolatres a nada ni a nadie, porque tener una idolatría es perder la independencia, y esto es conflicto, enfermedad segura.

Como fácil se pierde lo que se ganó sin esfuerzo, como sigue siendo pobre el que no goza lo que le sobra.

El gran paso es ir de la egolatría que te compromete, que te esclaviza a tantas cosas externas a la libertad interior.

Entonces se alcanza la paz y la paz te hace vivir todo con plenitud, es decir, enriquece.

Los últimos salvadores son dudosos, pero no afectan la enseñanza de Buda ni enferman a la Biblia, la enseñanza de Buda no está debilitada por el que no cree en la trasmigración, ni muere la Biblia porque se enfrente al saber mas realista de la historia de la tierra y de la evolución del hombre.

Como es inocente pensar en una sociedad sin delincuentes, pero cualquiera puede ser mejor si se lo propone.

No le bastan las buenas intenciones al universo, que es como es, no como nos gustaría que fuera.

La verdadera fe comienza trabajando en uno mismo para creer en uno mismo, y cuando uno está bien plantado en uno mismo se anima a ver todo, entonces conocemos a la realidad y de ahí en mas podemos comprenderla.

Entonces nos salvamos de las decepciones;  sabemos que detrás de una máscara siempre hay otra como también vemos la pureza en la desnudez, las libertades del jazz y los rictus de las dictaduras.

Aceptar la realidad es salvarse de los engaños, entonces la verdad nos hace vivir plenamente.

No te engañes, entonces nadie te engañará.

Sé firme como Buda, como Jesús, como Espinoza, como Einstein, como Ford,  firme pero abierto al mundo atento a las propuestas de la vida

Predica las virtudes pero no calles las verdades.

Nunca te arrepentirás de haberte animado, y nunca te perdonarás no haberlo hecho, además no tienes nada que perder porque ni una sola de tus orejas es obra tuya;  Y no te preocupes por el futuro porque al final de tu vida no te espera la cima de la montaña sino la paz del valle.

A nadie tienes que rendir cuenta si no haces mal a nadie, como nadie tiene que explicar nada;  por eso no debes agotarte en las vanas tareas de querer convencer y gustar, lo importante es que estés convencido y te guste lo que haces,  y si tienes un gran sueño debes estar dispuesto a un gran esfuerzo para concretarlo porque solo lo grande alcanza lo grande.

Si estudias superficialmente aprenderás superficialmente, si vives por la mitad sólo conocerás la mitad de la vida.

Si tienes la cabeza dividida verás al mundo dividido, si trabajas por obligación serás un desocupado, un desdichado mas, si tienes miedo no conocerás al amor que es valentía.

No estás Deprimido, estás Distraído...

Del presente donde sucede la vida, por ejemplo,  los amaneceres y los ocasos, las gaviotas, los cóndores, las águilas, las palomas y las golondrinas.

Las montañas, los valles, los ríos y los mares;  el deporte, el arte, la agricultura, la arquitectura, las selvas, los guacamayos, los monos, los tigres, los leones, los cocodrilos, los elefantes, los arroyos;  los seres humanos de todos los colores.

El ilusorio tiempo que te empuja y la eternidad que te permite cambiar de rumbo y recomenzar a cada instante.

No estás Deprimido, estás Distraído...

De las maravillas que suceden alrededor de ti, desde nacimientos a cosechas, desde revoluciones a conciertos, desde campeonatos de fútbol a viajes interplanetarios.

No estás deprimido por algo que pasó, sino distraído del todo que es ahora mismo.

Vengo a recordarte que todos somos parte de la empresa más grandiosa, la humanidad, que construye, que cura, que siembra, que lava, que canta y que baila.

Dios espera que el hombre vuelva a ser un niño, para recibirlo en su seno...

No estás Deprimido, estás Distraído...

Entrada destacada

Medianoche en París, charla de Ernest Hemingway y Gil Pender (Ficción)

-¿Ha hecho el amor con una gran mujer? -Sí, mi novia es bastante sexy -Y cuando le hace el amor ¿Siente una pasión maravillosa y verdadera...