viernes, 30 de diciembre de 2016

Rutina sin ruta.

El día parece ahora sí un poco más de invierno, el aire está limpio y frío, hay poco tráfico vehicular y hay muchas hojas tiradas en las banquetas.

Como cada mañana después de bajarme del subterráneo en la estación Juárez, llegó a un puesto de café, pido una avena con dos cucharadas de café, una verdadera delicia. Después de pagar, dobló a la izquierda para caminar media cuadra sobre la avenida con el mismo nombre de la estación, camino hasta llegar a una banca de metal que está más sucia que de costumbre, la cual está afuera de una escuela preparatoria con una fachada de color café y llena de grafitis, a mi izquierda hay un gran árbol lleno de hojas secas y una poca de basura en el cajete.

Siempre que llego, lo primero que veo es a una pareja de estudiantes abrazados debajo del marco de la puerta de la escuela, él es un poco regordete y ella muy esbelta, pareciera que me buscan la mirada como diciendo. - ya llego el tipo de todas las mañanas que se sienta en la banca con su café en un costado y siempre con un libro en sus manos.

La repetición constante de llegar siempre al mismo lugar y a la misma hora me ha hecho conocer a personas a las que jamás les he hablado pero que siento que ya significan algo para mí.

Ya sé que pasara el señor que reparte jugos en una caja mientras este pedalea su bicicleta, recorre la avenida sobre la banqueta hasta perderse cerca del ex convento del Carmen y a los pocos minutos regresa con su caja totalmente vacía. Un tipo escandaloso de baja estatura y tez morena con una bocina a todo volumen sonando música popular llamando la atención de todos los que pasan a su lado.
 Sin duda alguna de lo más emocionante es cuando pasa un tipo calvo de barba prominente trotando con sus dos perros pitbull grises que no se distraen con nada, delante de ellos siempre una joven muy linda montada en su bicicleta a un paso lento para no dejarlos atrás, doblan por la derecha en el cruce con federalismo, supongo para que ella tomé el subterráneo hacia su destino, ¿serán pareja, amigos, hermanos, amantes? de cualquier manera se ven bien juntos, A los pocos minutos regresa por el mismo camino el calvo de la barba prominente montado en la bicicleta y con sus dos amigos a su izquierda trotando tranquilamente, los pierdo de vista unas cuadras adelante.
 El sol empieza a salir exactamente por encima del campanario del templo de enfrente del cual desconozco su nombre. Después de unos minutos el sol empieza a molestar y tomo mi libro y me pongo detrás el árbol que está a mi izquierda para cubrirme del sol mientras mi paciencia comienza a escasear esperando tú llegada.

La mañana se acabo,el café se ha terminado y tú no llegaste jamas. Cierro mi libro, tiro el envase del café en la cesta y camino lento de nuevo en dirección del sol. Ya son casi 3 años desde la ultima vez que te vi sentada detrás del volante de tú volks azul,mientras te detenías enfrente de esa banca fría y me tirabas  una sonrisa coqueta  y una mirada amorosa que parecía que  decía ven acá, sube , qué todo está por comenzar...






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