La vida, una ilusión del poeta
-¿Qué hay con la felicidad? ¿Siente que la ha conocido?
-No creo en la felicidad, pienso que es una mala receta de nuestra época. Prefiero recomendar, vivir intensamente, felicidad es una palabra tonta. ¿Qué cosa es la felicidad? En el libro Quince momentos de felicidad, de un filósofo chino del que no me acuerdo su nombre, hay un episodio que recuerdo muy bien: soy un campesino que estoy trabajando la tierra, hace mucho calor, ya son las dos de la tarde, tengo una sed enorme, voy a refugiarme a la sombra de un árbol, donde resguardo una cantimplora con agua fresca deliciosa, me echo un trago de esa agua, reposo, sopla una brisa... Ese es un gran momento de felicidad. La vida se compone de veinte mil momentos de felicidad y de veinte mil momentos malos y desastrosos durante el mismo día.
-En alguna plática anterior que tuvimos, usted dijo que no le gustaba hablar de Dios, ¿por qué?
-Porque todo lo que he dicho acerca de Dios está en mi obra. Estoy en paz con la idea de Dios. Lo único que podría agregar es que cuando lo pienso, siento que Dios es todo lo que desconocemos. Me parece una forma poética de definirlo.
-En relación con la muerte, en su obra aparece de distintas maneras, pero, ¿cómo la ve en realidad Jaime Sabines?
-Esa pregunta me hace pensar en mi padre. Me veo esa noche antes de que él muriera, mirando la televisión, esperando el momento final y luego como digo en el quinto poema de Algo sobre la muerte del mayor Sabines, me veo "introduciendo agujas en las escasas venas, tratando de meterle la vida, de soplar en la boca el aire...''
-¿Le tiene miedo a la muerte?
-No, no le tengo miedo a la muerte, le tengo miedo a la enfermedad. Me espanta la enfermedad, lo que he pasado con mi cadera y todo lo que me trajo después... Poco a poco voy saliendo pero he dejado de escribir. Después de 35 intervenciones quirúrgicas no quiero saber nada de enfermedades ni de hospitales. Pero si tengo que pedir una ilusión, esa sería no morirme, quedarme tranquilo como estoy ahorita, platicando sobre poesía o sobre cualquier cosa o mirando cómo atraviesa el rayo de sol por la ventana.